Necesidad imperiosa de escribir. Sin duda alguna, momento de catarsis incontrolable...
Me gusta decir que la vida es simple aun que una y otra vez me gana la comprobación científica -la piedra en el camino- para darme cuenta que estoy equivocada. Creo que muy en el fondo siempre lo tengo en cuenta. Sé que lo que digo no es tan real, que la lucha es parte de vivir y no quiero sonar victima porque victimas son aquellas que ya no tienen voz propia.
Y extraño cosas/personas con nostalgia, otras con tristeza. Pero no hay vuelta atrás, no hay máquina para viajar en el tiempo y hay momentos que tenemos que conformarnos con haberlos disfrutado cuando pasaron. Debería hablar, me dijeron. Debería dar el brazo a torcer, piensan. Pierdo yo, perdés vos y si estoy queriendo que pierdas y resignando mi propio juego por eso, creo que no vale la pena nada, que todo es muy perverso, que no valgo la pena yo... y que todo se contradice, da vueltas, se enreda, se hace un nudo y esta inútil cuerda que nos une queda tirada en el fondo de un cajón imposible de reutilizar. Y veo las fotos en color que algún día veré blanco y negro como un recuerdo lejano. Que lástima llegar a ser recuerdo porque extraño lo que aun no lo es para mi.
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